09 enero 2010
(por Genrus )

The Matrix, y la guerra del Golfo: Realidades de la simulación a partir del mapa de Borges » »

¿Qué es la realidad? ¿Cómo definimos aquello que es real? Todo aquello que podemos ver, probar, oler, tocar, sentir. Nuestra percepción, está limitada por nuestros sentidos. Jean Baudrillard acuñó hace algunas décadas el concepto de hiperrealidad. Una descripción tan perfectamente detallada de lo real, que termina por superar a lo real. ¿Crees que estás respirando aire, Neo?

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El simulacro nunca es aquello que oculta la verdad - es la verdad lo que oculta que no hay verdad alguna. El simulacro es cierto.
Jean Baudrillard: La precesión de los simulacros


Todo aquello que consideramos real, es fácilmente reproducible. Tenemos entonces, un esquema, una abstracción de lo real. Esta representación, inocente en apariencia, se vuelve tan sólida y tan compleja, que termina por sustituír a aquello que está representando. Los simulacros ocultan que la realidad ha sido traspasada...


Del rigor en la ciencia, Jorge Luis Borges

En aquel Imperio, el arte de la Cartografía logró tal perfección, que el Mapa de una sóla provincia ocupaba toda una ciudad, y el mapa del imperio, toda una provincia. Con el tiempo, estos mapas desmesurados no satisficieron, y los Colegios de cartógrafos levantaron un mapa del imperio, que tenía el tamaño del imperio y coincidía puntualmente con él. Menos adictas al estudio de la cartografía, las generaciones siguientes entendieron que ese dilatado mapa era inútil, y no sin impiedad lo entregaron a las inclemencias del sol y los inviernos. En los desiertos del oeste perduran despedazadas ruinas del mapa, habitadas por animales y por mendigos; en todo el país no hay otra reliquia de las disciplinas geográficas.
Jorge Luis Borges, en Historia universal de la infamia

En esta fábula de Borges, los cartógrafos en su obsesión de crear un mapa tan detallado del territorio, terminan haciendo una reproducción 1 a 1 es el punto de partida del simulacro del que habla Baudrillard. El mapa pierde interés, y la gente termina habitando las ruinas del mapa y no del territorio. La representación supera a la realidad. Somos capaces de crear realidades mucho más profundas y detalladas que aquello que en principio considerábamos 'real'.

Bienvenido al desierto de lo real: Los Wachowski también son fans.

Cuando miré The Matrix por primera vez, me llamó la atención que Neo, en su casa, toma un libro de Baudrillard (Simulacro y simulación), que es en realidad una caja donde guarda algunos discos magnéticos. Un título adecuado para una caja con forma de libro. —Simple coincidencia, pensé. Sin embargo, cuando Morpheus está explicando a Neo lo que la Matrix es, remata con la frase: Bienvenido al desierto de lo real. Llegué a googlear a casa. Lo que sospechaba. Los hermanos Wachowski, también son fans de Baudrillard. :)

El hilo conductor de la historia, es que en algún momento, la tecnología avanzó tanto, que dejamos —la humanidad, pues— no sólo que nos rebasara, sino que nos reemplazara. Confiamos a la tecnología el manejo de los hilos más finos de nuestra existencia; trazamos los caminos, orientamos el progreso hacia el sitio exacto que queríamos, y quedamos tan maravillados con la contemplación de nuestro propio esquema, que volcamos toda nuestra fe en su ontológica exactitud.

Una vez que la humanidad consiguió crear esquemas tan detallados de lo real como los cartógrafos del cuento de Borges, cualquier suceso no previsto se volvía una falla no regristrada; al no estar presente, simplemente no existía. En la historia de The Matrix, en algún momento, las máquinas cobran conciencia de sí mismas; la humanidad les declara la guerra, y al final, máquinas y humanos entran en una simbiosis para asegurar la perpetuidad mutua. Los humanos proporcionan su propia energía, y las máquinas literalmente inyectan la realidad directamente al sistema nervioso central de los humanos. La simulación era cierta. La verdad de la no-verdad.

La tormenta del desierto de lo real

A mediados de los ochentas, era difícil prever el desenlace de la guerra fría. En sus punto más álgido, la humanidad temía que alguno de los contendientes fuera el primero en pulsar el botón de la destrucción total. Sin embargo, tras la caída del comunismo, la guerra se quedó sin uno de sus oponentes, y no obstante la guerra no terminó. El enemigo no fue vencido, simplemente se esfumó.

Antes, el enemigo tenía nombre. Tras el hecho, el aparato propagandístico tuvo que crear un enemigo abstracto. Esto daba posibilidades infinitas. Así como los superhéroes luchaban contra el mal, los nuevos adversarios del estado fueron el terrorismo, el crimen, el narco, etc. Pero dejémoslo aquí, porque sobre lo que quería hablar es sobre la simulación. La manipulación ocurre desde varios siglos antes, y está más que documentada.

Baudrillard predijo que la guerra del Golfo no ocurriría. Incluso después, publicó un ensayo llamado La guerre du Golfe n'a pas eu lieu (La guerra del Golfo no ha tenido lugar). En él, establece que lo que tuvo lugar, fue precisamente un simulacro (transmitido en vivo por CNN) de lo que una guerra debería ser. La desproporción de fuerzas era tal, que rara vez estuvieron frente a frente los bandos en disputa; el bombardeo ocurría sobre objetivos militares que desaparecían de las pantallas verdes de los teleespectadores del mundo entero. Se trataba más de hacer un alarde de poderío, que de cualquier objetivo parecido al de una guerra 'estándar'. La guerra terminó. El vencedor no había logrado nada tangible, el vencido seguía allí. —Será lo que ustedes quieran, pero no una guerra—, sentenció Baudrillard. El simulacro era real, pues ocultaba que en realidad, no había realidad.

Cierto es que también hay quienes sostienen cosas como que el hombre nunca llegó a la luna, y que todo fue un montaje televisivo; No es Baudrillard uno de esos teóricos del compló. Los bombardeos y la tragedia en realidad existieron. La diferenciación semiótica del conflicto bélico, es que la realidad que pasó por CNN, fue mucho más detallada que la que ocurrió en el desierto. También el cielo es más azul en la Matrix que en el desierto de lo real. Somos sobrevivientes del mapa perdido de Borges; de las 3 historias, la más real.