24 octubre 2009
(por Genrus )

Alaraca, pastel de zarzamora...

Tengo la ya conocida costumbre de iniciar casi cualquier cosa, de cualquier índole, con una justificación. ¿Por qué lo hago? No lo sé. Quizá —y como decía en el post anterior— necesitaré en un futuro recordarme los motivos particulares que tuve para escribir tal o cual entrada, uno de esos venideros días en que deje fluír mi hedonismo más hondo, y decida revisitar mis textos.

Un mes transcurrió ya desde la primera entrada, y sigo dubitativo acerca del propósito de esta bitácora; afortunadamente, escribo a una velocidad y con una frecuencia que hacen que el hecho de leerme sea una casi completa pérdida de tiempo. Pero acá sigo, queriendo hablar de libros. Con lo mal lector que soy, creo que es buen momento de comenzar con los acercamientos. Algunas veces serán lecturas recientes, en otras, lecturas que conservo a pesar de los años transcurridos desde que mi mirada recorrió esas páginas. Esto es, algunas entradas tendrán un olor a cerveza fuerte, a platillo recién engullido; otras menos recientes, quizá conserven algo parecido al débil pero inconfundible y sutil aroma que desprende una taza de té que apenas hacía unos minutos estaba llena; otros más, —los menos— serán algunas que conservo celosamente; sea porque me gustaron, sea porque las odié o no las comprendí en su momento, o sea simplemente porque son como ésos objetos que aparecen cada vez que se muda de casa; que son inútiles pero tampoco tienen el mérito de causar tedio, y que cada que los miras, te preguntas ¿Cómo rayos es que no me he deshecho de esto? Así son muchas lecturas para mí.

Por alguna razón, me molestan los best sellers; los top ten, los 'hits', sean de música, literatura, arte, cine, qué se yo. Entiendo que es poco sociable de mi parte, y en más de una ocasión he lamentado el haberme perdido de participar en una entretenida e informal charla sobre el 'tema de moda'; No leí a Harry Potter (ni su versión para adultos, El Código DaVinci), ni las pentalogías de Tolkien, ni los grandes éxitos de los premios Nobel de la literatura latinoamericana, por citar sólo algunos ejemplos. No quiero ser malinterpretado. En sí, es muy cliché el decir que no leo libros 'que todo el mundo lee'. Por eso, preciso aclarar que tampoco 'leo alternativo'. No es que devore libros de autores de culto, desconocidos, almas atormentadas, o de ésos que mencionan los que gustan de asumir poses de intelectual de diccionario (o de wikipedia, las nuevas generaciones) etc.

Otra vez, preámbulos en demasía. Pero tampoco hay lío. Quien me conoce, sabe que cuando estoy ansioso, o me da por limpiar escrupulosamente mi escritorio (eso incluye limpiar una a una las letras del teclado, y destapar el CPU para echarles aire comprimido a los ventiladores), o me da por escribir posts de nada, o peor aún: De todo lo que NO transcurre en mi mente en ese justo momento. :)

3 Comentarios:

Anónimo dijo...

culpeme, yo no lo conozco y cai en su blog x google. Estoy buscando que personaje gritaba "alaraca pastel de zarzamora, vámonos!"
Si, en serio, lo escuche en mi niñez y no puedo recordar que era. Lo sabra usted? Le agradecere si me lo cuenta a dianab@gawab.com.

Mil gracias!
Diana

Unknown dijo...

alaraca pastel de zarzamora, vamonos, lo gritaba un personaje de plaza sesamo (sesame street), era el mago (muppet) cuando iba a hacer un truco

Alejandro Gonzalez dijo...

Manfredo maravilla