23 diciembre 2014
(por Genrus )

Epistolar »

—¿Qué haces, Mati?
—Le hago mi carta a Santa Claus.
—Ams... Todavía crees en Santa, ¿cierto?
—Sí, papá. Definitivamente. Muchos niños de mi clase ya no creen en él. Saben que son los padres los que compran los regalos, y ya ni siquiera se toman la molestia de escribirle cartas. También les pasa a los Reyes Magos y al Ratón Pérez. Pero yo creo que para que las cosas sucedan, tienes que hacerle saber a los demás que quieres que sucedan. Y lo padre de una carta es que así no tienes que decirlas muchas veces. Mira. ¿Te gusta? ¡Todavía me falta colorearla!

Mi pequeña de 10 años sigue con lo suyo, mientras yo me quedo pensando en cómo la ilusión no tiene necesariamente que ver con la inocencia. Sonrío mientras busco eso que quiere en internet.

Un Comentario:

MIRTA CRISTINA RODRIGUEZ CORDERI dijo...

La inocencia está llena de fe, o quizás sea al revés Juanca.
Lo bueno sería que podamos ser inocentes de verdad y creer en lo que vendrá sin saber siquiera si existe.
Un abrazo al padre orgulloso
MIR