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Max y su ojo submarino |
27 noviembre 2010
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Genrus
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Las aventuras de Max y su ojo submarino Genuflexiones » Libros
20 noviembre 2010
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Guía triste de París Bifurcaciones » Libros
Apagué mi gauloise sobre las baldosas. No tener a dónde ir no es un problema en una ciudad que apenas conoces: cada paso que das te conduce hacia la novedad. De cualquier modo, saqué el mapa de bolsillo que me obsequiaron al comprar mi carte orange en la terminal del RER. Apenas me vio hacerlo, la muchacha que estaba al lado mío también fumando sentada sobre la fuente Saint Michel se me acercó, y con voz preocupada me dijo:
—Do you speak english?
—Pues... más o menos—, le dije. Como que la pronunciación de pronto me falla bastante.
—¡Ay, qué alivio! —Exclamó. Es que fíjate que estaba con mi grupo, y me entretuve en —no sé dónde—, y ahora creo que estoy perdida, y... un segundo —meditó—. ¿Cómo supiste que yo hablo español?
13 noviembre 2010
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Genrus
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El emoticono de (es pregunta), y algunos otros caprichos de la RAE circunloquios » Omisiones
:)
Estábamos muy contentos los internautas perdiendo nuestro tiempo en las distintas redes sociales, cuando un día nos llega viralmente la noticia de que la Real Academia Española (RAE) está por introducir algunos cambios; algunos irrelevantes, como el de la y 'griega', que pasó a llamarse "ye", y otros no tanto, como los relacionados con las tildes. El 95% de los internautas no sabe usarlas correctamente, y un alarmante porcentaje de ellos no sabe siquiera distinguir entre 'Hay', '¡Ay!', y 'Ahí. ¡Ah, pero qué divertido es protestar!Personalmente, voy a extrañar un poco a la 'Ch' y a la 'Ll', pero ya hace buen rato que, por ejemplo mi apellido (Chávez), es ordenado alfabéticamente —por sistemas creados en el extranjero— como si la primera letra fuera "C", y no "Ch", así que tampoco creo que sea problema. Trastear con la 'Q' tampoco es tan novedoso, ya antes lo intentaron con la 'K'. Quiosco medio aceptó el cambio, pero kilo nunca quiso esa letra. Quizá del mismo modo tengamos cuasares y hablemos de Irak, pero seguiremos teniendo quórum, y veremos el mundial en Qatar. El uso común lo dirá.
La polémica supresión de la tilde en "sólo", me parece una sugerencia tan caprichosa y ridícula, que creo que terminarán reconociendo su error y retractándose; lo que me hizo saltar de mi silla fue la razón del acento diacrítico. ¿Por qué suprimir el acento diacrítico? Ah, pues porque ¡como ya casi nadie escribe a mano..!
06 noviembre 2010
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Genrus
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Y además se apellida(ba) Amor Apostillas » Genuflexiones » Retratos
Aunque el frac que compró mi mamá en el mercado Juárez tenía una corbata de moño impresa, la que yo traía sobrepuesta era real. Y me parecía enorme. No obstante, ver la Carabina de Ambrosio en YouTube, me recuerda que así se usaban en aquel entonces. Sin ser algo tan elaborado como lo que usaba Chiquidrácula, mi atuendo era más como de un Eddie Monster, pero con nylon en vez de gamuza; suficiente para salir a la calle a pedir calaverita.
Con mi calabaza medio llena de monedas, rondanas, boletos del metro y todo aquello que los caprichos de lo aleatorio habían puesto ese día en los bolsillos de los transeúntes del barrio, iba camino al Gabis de la Plaza Washington (un pequeño café donde mi familia se ha reunido desde siempre) a contar mis ganancias, cuando vi a una señora emperifolladísima caminar tan aprisa como su bastón le permitía, así que con mi mejor sonrisa, la abordé.
—Seño, ¿No me da mi calaverita?
Me miró de arriba a abajo con sus ojos secos, enterrados bajo una gruesa capa de maquillaje en ruinas, y me respondió con una voz gravísima...
Con mi calabaza medio llena de monedas, rondanas, boletos del metro y todo aquello que los caprichos de lo aleatorio habían puesto ese día en los bolsillos de los transeúntes del barrio, iba camino al Gabis de la Plaza Washington (un pequeño café donde mi familia se ha reunido desde siempre) a contar mis ganancias, cuando vi a una señora emperifolladísima caminar tan aprisa como su bastón le permitía, así que con mi mejor sonrisa, la abordé.
—Seño, ¿No me da mi calaverita?
Me miró de arriba a abajo con sus ojos secos, enterrados bajo una gruesa capa de maquillaje en ruinas, y me respondió con una voz gravísima...