07 agosto 2010
(por Genrus )

Friz Freleng y los arquitectos de arquetipos » »



—Papá, ¿Por qué en las caricaturas(1) pasan siempre las mismas cosas?
—¿Cómo que las mismas cosas, hija?
—Sí, pa. Ya sabes: Se golpean la cabeza y se ven estrellitas, o los aplasta una piedra y quedan como acordeón, quedan suspendidos en el aire un momento antes de caer, o entran y salen por múltiples puertas cuando hay persecuciones, en fin. Ese tipo de cosas.
—Bueno; pasa en algunas; no en todas.
—Sí. Pero pasa en muchas. Yo diría que en casi todas. ¿Tu veías caricaturas cuando eras niño?
—¡Por supuesto! Vamos, que hasta los abuelos veían caricaturas cuando eran niños.
—¿Y desde entonces pasaban esas cosas?
Hmmm... sí. Pasan desde hace mucho tiempo.

—¿Y a quién se le habrán ocurrido?
Sin duda, una buena pregunta.



—Se le ocurrieron a mucha gente, Valentina. Verás: Los que hacen caricaturas ahora, también vieron caricaturas... hechas por gente que también vio caricaturas, y así sucesivamente hasta que llegamos a la época donde no las había. En los dibujos animados podía pasar cualquier cosa que pudieras dibujar, y los animadores se ocuparon de eso; de trasgredir la realidad, de imaginar mundos nuevos, de reinventarlo todo, incluyendo las leyes de la física. Ya sabes: un cuerpo puede atravesar un objeto sólido y perforarlo dejando su silueta en el momento del impacto, un cuerpo puede permanecer suspendido en el aire hasta que se da cuenta de su situación, algunos pueden dibujar túneles o puertas y luego atravesarlos, en fin. Y lo hacían porque era divertido.

—¡Sí! Como el Coyote y el Correcaminos, ¿no?—

Así es. Al principio de los tiempos, los estudios de cine animaban los dibujos, y les ponían alguna música de fondo. Los protagonistas eran como de fábulas; animales, flores, y algunos objetos inanimados. Pero entonces, un tipo llamado Isadore Friz Freleng, desde su escritorio, dibujó y dibujó más rápido que todos. Y es en mucho responsable del lenguaje visual que vemos aún hoy día en las caricaturas.

Como todos los grandes maestros de la industria de los dibujos animados, Friz comenzó trabajando en los estudios Walt Disney en 1925, animando secuencias para las Comedias de Alicia (Alice's Comedies), serie que junto con las Tontas Sinfonías (Silly Simphonies), definirían el rumbo de los cortos de animación de los años veinte. En una de las escenas en las que Friz trabajaba, Mamá gata debe meter a sus mininos a la bañera, pero uno de ellos se escapa, se arrastra hacia afuera colgándose del borde, se resiste como puede. Don Walter Elias Disney mira la escena, y le dice a todo el equipo de animación: ¿Ven? El gatito se comporta como un niño pequeño. ¡Eso es lo que quiero! Quiero que los personajes tengan una personalidad, que no sean simplemente dibujos.

Los estudios Walt Disney se esforzaron siempre por aparecer como un sello, por lo que los nombres y aportación de muchos de sus animadores no son tan conocidos como deberian. Walter era más comerciante que dibujante, así que cuando tuvo diferencias que lo llevaron a separarse definitivamente de su mano derecha, el gran Ub Iwerks (para muchos, el legítimo creador de Mickey Mouse) en la década de los treintas, el organigrama cambió, y Friz estuvo freelanceando un tiempo. Para entonces, el negocio de la animación ya se veía como algo rentable, y la mayoría de los incipientes estudios estaban ávidos de repetir la fórmula de éxito de Disney, y abrieron casting para quien les dibujara a su carismático 'personaje estrella'.

En esa época incierta, Friz Freleng junto con Hung Harman y Rudy Ising, intentaron fundar su propio estudio y trabajaron en un personaje llamado Bosko quien, para ser honestos, era una mala copia de Mickey Mouse. Pero como en esa época hacian falta personajes, finalmente Bosko le consiguió a estos tres animadores trabajo con Leon Schlesinger, del estudio de los hermanos Warner, quien andaba buscando al personaje estrella de un proyecto que traía en mente: los Looney Tunes. A Bosko le quedó grande la serie, y desapareció cuando diferencias contractuales con Leon Schlesinger ocasionaron la renuncia de sus creadores. Sin embargo, fue el primer personaje que cerró un corto diciendo ¡Eso es todo, amigos! (That's all folks!).

Friz entonces trabajó un tiempo con Fred Quimby, de los estudios MGM, hasta que éste último fue reemplazado por Harry Hershfield, quien no tenía un ápice de la sapiencia ni del carisma de Quimby. Aunque hasta ese momento nunca quiso dirigir, Friz fue el líder de los proyectos para los que estuvo trabajando en estas dos casas. El contrato de Friz con el estudio del León rugiente terminó en 1940, y se quedó nuevamente sin empleo. Eran tiempos de crisis; el mundo estaba librando una guerra cruel.


En esas mismas circunstancias de rotación de personal, Leon Schlesinger buscó a Friz para que le ayudara con un proyecto en el que estaba trabajando con Earl Duvall, pero que no acababa de cuajar. Friz accedió, y de inmediato las cosas cambiaron. El trabajo de Friz opacó rápidamente al de Earl hasta el punto de su despido, y Friz fue nombrado Director. Al año siguiente, Friz creó a quien sería su primer personaje estelar: Porky(2).

Para la década de los cincuentas, los estudios Disney ya usaban la fórmula de los cuentos de hadas pasteruizados y edulcorados que jamás iban a abandonar, así que con ánimo de ser diferentes, el estudio de los hemanos Warner comenzó (de la mano de Chuck Jones, alumno favorito de Friz) a hacer de los Looney Tunes una comedia irreverente, desquiciada, vertiginosa, alejada completamente de los clichés cursis de los estudios del castillo mágico. Tex Avery, Chuck Jones y Friz Freleng, son responsables de la mayoría de las leyes físicas que rigen en mundo de los dibujos animados. El ciudadano promedio no sabría cómo es un yunque de no ser por ellos.

En 1962, con Silvestre, Piolín Speedy González, el Coyote y el Correcaminos, Sam Bigotes y otros personajes memorables ya consolidados, un director llamado Blake Edwards trabajaba en una cinta de detectives; en los años sesenta estaba de moda usar animaciones para presentar los créditos iniciales y finales, así que le encomendó dicho trabajo a Friz. La película tuvo un éxito mesurado, pero la animación de Freleng de La Pantera Rosa llamó tanto la atención, que en abril de 1963, el personaje apareció en la portada de la revista Times. A partir de allí, Friz y su socio David DePatie se plantearon la posibilidad de lanzarlo como personaje animado independiente. Los estudios Warner cerraron en 1962, y DePatie y Freleng fundaron su propio estudio, en el cual siguieron trabajando hasta sus últimos días.

Los adultos seguimos viendo caricaturas, y seguramente las que veíamos cuando niños nos siguen pareciendo mejores que las que ven nuestros hijos. Muchos animadores recorrieron el sinuoso camino que hay entre el cliché y el arquetipo, y nos dejaron su imaginación como un legado que está hoy tan arraigado en nuestra cultura, que es difícil imaginarse cuando no existía. Al menos merecerían que recordáramos sus nombres.


1.- Pese a ser una incorrección, "Caricaturas" es un término usado comunmente en estas latitudes para referirse a los dibujos animados.

2.- Como en todas estas disputas, hay quien sostiene que Porky fue creado por Bob Clampett; sin embargo, las evidencias muestran que Clampett se basó en el boceto de Friz para un proyecto llamado I haven't got a hat.