26 junio 2010
(por Genrus )

¡Penalty!

Erick apisonó la tierra con el pie. Puso el esférico como si fuera un huevo delicado sobre la improvisada marca a sólo once pasos del gol. Miró el rictus de dolor de su hermano, quien aún no se levantaba del suelo. Los jugadores del San José Buenavista, seguían reclamando airadamente la decisión, pero no había gran cosa que objetar. Carmelo era un defensa implacable, cuya barba cerrada y presencia física no dejaban duda de que tenía bastante más edad que los 17 años que permitía esa liga. Debía el apodo a su parecido con el entonces famoso luchador Carmelo Reyes, “Cien Caras”. Pero en ese contragolpe se había visto superado, y optó por barrerse directamente sobre los tobillos de Silvestre, levantándolo por los aires. La decisión estaba tomada. ¡Penalty!

19 junio 2010
(por Genrus )

Solamente un blues »



Emocionado, empañaba los aparadores de las tiendas que están sobre la calle de Bolívar en el centro histórico, con mi novísima tarjeta de débito Serfín(1) cargada con el monto de mis recién depositadas 3 primeras quincenas vencidas. No era mucho dinero y además ya lo debía prácticamente todo; pero las compras de capricho son así, y yo iba muy dispuesto.

Amén de mi escaso presupuesto, me asomé por igual a Casa Veerkamp que a Sala Chopin; digo, por ver no se paga. Todo a precios inalcanzables. Seguí mi recorrido en tiendas menos ostentosas, hasta que terminé en una pequeña bodega de instrumentos musicales unas diez calles más adelante. Resignado ya a que no tenía mucho para elegir, pregunté:

—Estoy buscando un bajo eléctrico, y dispongo de mil doscientos pesos. ¿Para qué me alcanza?—

Señaló una guitarra de juguete pequeña, de ésas como las que venden en la Ciudadela, que dicen "Viva México", y tienen los colores patrios pintados con aerosol.

05 junio 2010
(por Genrus )

Uno no suele mirarse en el espejo porque guste de admirarse; la mayoría de las veces, sólo necesita reconocerse.
Pero los espejos siguen riéndose de Borges.